Thursday, August 23, 2007

entretenimiento

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En una sociedad que fabrica individuos permanente insatisfechos, en el imaginario colectivo se ha instalado la idea de que, a pesar de que nos estamos cargando el planeta, el trabajo es alienante, las amistades son superficiales y la vida está monetarizada, cuando llegan las vacaciones hay que trasladarse a una suerte de paraísos vírgenes donde se nos promete que todo va a ser diferente, Así, por ejemplo, Cuba aparece en los anuncios de Iberia, según denuncia Facua, como un lugar en el que “mulatas en bikini están las 24 horas al servicio de los turistas para bailarles, hacerles masajes, abanicarles y darles de comer y beber”
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Turismo: próxima escapada, la Luna.


Si... hay gente que se queda sentado por ahí todo el día. Para los demás están los happy hour y los colmados. Por qué el trabajo no es juego? y no es que me quiera vivir en una comuna hippie porque para mí las ciudades están muy bien. Pero es estúpido simplemente, simplemente, vivir así, que (viendo el mundo y a todos) hacer un trabajo realmente satisfactorio sea un privilegio reservado para... Entonces, se dedica la vida en algo para luego "vivir" y comprar entretenimiento. Que mal. Pero que nos obliga? si todos los días al bañarse y salir a la oficina, uno cumple su parte y obedece. O será tirarse por ahí

Sunday, August 05, 2007

Vida

Claro que disfruto la vida. Levantarme con un lugar en la vida de otros, me preguntan si quiero café y el placer de ser más que uno, de ser amado. Se siente bien tener una linda nalga en el espejo y un pelo como cool (a veces), ver desde mi balcón el mar azul y un crucero lleno de viejitos borrachos, seguro... La satisfacción de reirse con los compañeros de sentir un real aprecio por alguien (cuando la inseguridad, los celos y el miedo no me hacen demasiado ruido) de ser algo màs que uno mismo de nuevo (porque uno uno uno uno se vuelve loco o artista).

Ser un trabajador calificado así... te pagan por enlazar conceptos, dar tu opinión, planificar como controlar a los demás, como la mano derecha del poder, sí, uno no usa uniforme y tiene que escribir introducciones de documentos. Yo sin peinarme, indisciplinada, siempre errática y con una ropa extrañamente formal o demasiado informal que no me adapto a todo esto de una oficina, pero me gusta, lo intento en serio. Luego de ocho horas totalmente estructuradas, el ocio parece tan preciado uno trabaja para comprar comida, ropa y taquillas de conciertos pero quizas también por eso, el ocio parece bien preciado, todo parece una travesura sabiendo que hay que volver al otro día.

Sí, esta sensación de tener un brillante futuro por delante me hace sonreír cuando pienso en los próximo años...

Pero, igual uno puede haberse quedado bailando descalza en la grama y morirse de inanición, llevando realmente a lo último el placer (quizá ver algo en ese último momento) y quedar ahí mismo haciendo muecas raras totalmente poco estético e indecente.