Esto lo escribí hace par de años, es de las pocas cosas que releo y no me pregunto como diablos se lo enseñé a alguien:
Juanita sintió asco mientras veía al hombre hablar, pero tanto y tantas estupideces y con tanta seguridad. En verdad, despreció el falso lujo y la nitidez en el vestuario, la combinación de colores y su convicción (real) de tener la aprobación del público. "Que se calle" , pensó. Flashback: un tío, lo más dominicayork, manejaba borracho y tenía novias a pesar de lo sagrado del matrimonio. Asco.
Juanita existía, definitivamente, aunque el hecho le provocara pereza, suspiró pensando que nadie le había preguntado, si quería tener un tío que dejara esa impresión repugnante, pero tampoco le habían preguntado si quería ser Juanita o tener que estar en una oficina pública con ese calor. Al fin, se resignó a su existencia, perdonó a su tío, que ya era evangélico, y pretendió para ella y para los presentes ocuparse de sus propios asuntos.
Solo actuaba, le encantaba observar a la gente, luchando entre encasillarlos en renglones sociológicos y contemplar acríticamente sus gestos, su belleza o su estupidez. "Prejuiciosa...", se reprochaba, por suerte algún argumento que salía a su rescate, una brillante apología de esas que tienen palabras como, "cultura" y "acondicionamiento social", nada importante, pero suficiente para salvarla de su dedo auto-acusador.
Afuera, lejos de sus recuerdos y de su lucha, estaba una oficina pública bastante ordinaria . La gente , apiñada y sudorosa luchaba contra el hermetismo del ESTADO, contra el monstruo que alimentaban con sangre o impuestos. los CIUDADANOS de la REPUBLICA se quejaban con gritos y chistes, pero resignados y preparados para lo peor, imagínate si esto siempre ha sido así. Por su parte los empleados trabajaban mucho ,ineficientemente, la GENTE enfurecida con el GOBIERNO, insultaba a algún ser apático que les pedía paciencia , silencio o algún papel oficial, había que perdonar. Todos cumplían fielmente su lugar en el gran engranaje, asegurándose el TERCER MUNDO y sobre todo una graciosa anécdota sobre ineptitud gubernamental o indecencia de los ciudadanos.
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Saturday, November 05, 2005
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